Los partidos políticos de Israel en los tiempos de cristo
En su última semana de vida, la
inteligencia del Maestro fue intensamente probada por los partidos políticos que formaban la cúpula judía: los
fariseos, los saduceos y los Herodianos. A pesar de la prueba, el Maestro de
Nazaret hizo callar a todos los intelectuales de Israel.
Los fariseos pertenecían a la más influyente de las sectas judías en
los tiempos de Cristo. Por ser judíos ortodoxos, el celo por la ley de Moisés
los llevaba a un a obediencia muy estricta de la ley y sus tradiciones, aunque
era solo externa y degenerada. Conocían las Escrituras (Juan 5.39-40), ayunaban
y oraban; pero tenían una vida superficial, pues se preocupaban más del
exterior que del interior. Los fariseos eran los enemigos más agresivos de Jesús.
Dictaban órdenes que ellos mismos no lograban cumplir y se consideraban justos
ante sus propios ojos (Mateo 23.1-36).
Los escribas en general pertenecían al partido de los fariseos. Eran
miembros de una profesión altamente respetada en su época. Reunían a su
alrededor discípulos, a quienes instruían acerca de las diversas maneras de
interpretar las leyes y las tradiciones que estudiaban en forma profesional.
También actuaban como abogados, habiéndoles sido confiada la condición de
jueces en el Sanedrín (Mateo 23.6-7).
Los saduceos. cuyos miembros provenían principalmente de las clases más
ricas y de los sacerdotes, no creían en la resurrección del cuerpo ni en el
juicio futuro (Mateo 22.23). Aunque defendían la ley escrita, criticaban las
tradiciones orales observadas por los fariseos. Formaban el partido de las
familias de los sumos sacerdotes de Jerusalén. con influencia directa en los
cultos en el templo, y a menudo colaboraban con los gobernantes romanos. Se
oponían a Cristo tan fuertemente como los fariseos; Él los condenó con igual
severidad, aunque con menos frecuencia (Mateo 22.29).
Los herodianos formaban un partido minoritario en Israel. Eran mal
vistos por los demás partidos por estar de acuerdo con el Imperio Romano. El término
«herodiano» viene de «Herodes». Herodes el Grande era un rey poderoso y
creativo pero, al mismo tiempo, un verdugo sanguinario. Fue él quien mandó matar
a los niños menores de dos años, buscando destruir al niño Jesús.
Fuente: El maestro de las emociones. Dr. Augusto Gury pag. 26.