Platón, en Timeo y Critias comentó que en el templo de la diosa Neith en Sais, había salas que contenían Registros históricos secretos que se había mantenido 9000 años. Clemente de Alejandría estimaba que los egipcios poseían cuarenta y dos escritos sagrados de Hermes, que encerraban toda la información de los sacerdotes egipcios. Siegfried Morenz ha sugerido (Religión de Egipto) "La referencia a la autoría deThoth ... se basa en la antigua tradición, y la cifra de cuarenta y dos probablemente se debe a el número de nomos de Egipto, y, por tanto, transmite el concepto de integridad". El escritor neo-platónico Clemente habló de "cuarenta y dos textos esenciales".
Hermes Trismegisto "Hermes, tres veces grande" (del griego: Ἑρμῆς ὁ Τρισμέγιστος, y en latín: Mercurius ter Maximus) sincretismo del dios egipcio Dyehuty (Thot en griego) y el Hermes heleno, siendo Trismegisto una palabra griega que significa “tres veces grande”.
La llamada Hermetica, o "literatura Hermética", es una categoría de papiros que contienen hechizos y procedimientos de inducción mágica. En el diálogo llamado Asclepio (el dios griego de la medicina), se describe el arte de atrapar a las almas de demonios o ángeles en estatuas con la ayuda de hierbas, piedras preciosas y aromas, de tal modo que la estatua pudiera hablar y profetizar. En otros papiros, existen varias recetas para la construcción de este tipo de imágenes, de su animación, y de como han de ser estas imágenes huecas para poder realizar una magia, introduciendo un nombre grabado en una hoja de oro.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, los escritos atribuidos a Hermes Trismegisto, conocidos como Hermetica, gozaba de gran crédito y eran populares entre los alquimistas. La "tradición hermética", por lo tanto, se refiere a la alquimia, la magia, la astrología y otros temas relacionados. Los textos se distinguen dos categorías: de "filosofía" y "técnica" hermetica. La primera se ocupa principalmente de cuestiones de filosofía, y la segunda de magia, alquimia y pociones. Entre otros temas, hay hechizos para proteger los objetos por "arte de magia", de ahí el origen de la expresión "sellados herméticamente".
El erudito clásico Isaac Casaubon, en De rebus sacris et ecclesiaticis exercitiones XVI (1614) mostró, por el tipo de caracteres griegos, que los textos escritos tradicionalmente en la noche de los tiempos, eran más recientes: la mayor parte del "filosófico" Corpus Hermeticum puede ser de una fecha alrededor del año 300. Sin embargo, fueron descubiertos en el siglo XVII errores de la datación de Casaubon por el estudioso Ralph Cudworth, que argumentó que la denuncia de falsificación sólo puede aplicarse a tres de los diecisiete tratados contenidos en el Corpus Hermeticum. Además, Cudworth señaló la falta de reconocimiento de la codificación de estos tratados como una formulación tardía de una pre-existente tradición, posiblemente oral. Según Cudworth, el texto debe considerarse como un término ad quem, y no a quo.
La tradición cristiana medieval lo veneró como protector y guía de los hermetistas, que practicaban las ciencias de la alquimia, la magia y la astrología. Entre los libros atribuidos a Hermes se encuentran en el Corpus Hermeticum. Se le atribuye la redacción de la Tabla de Esmeralda. Entre sus obras más destacadas estarían: “El Poimandres”, “El Kibalión”, ciertos libros de poemas sueltos y “El Libro para salir al día”, también conocido como “Libro de los Muertos”, por haberse encontrado ejemplares de él dentro del sarcófago de algunos destacados egipcios.
Antoine Faivre, en El Eterno Hermes (1995) ha señalado que Hermes Trismegisto tiene un lugar en la tradición islámica, aunque el nombre Hermes no aparece en el Corán. Hagiógrafos y cronistas de los primeros siglos de la Hégira islámica identificaron rápidamente a Hermes Trismegistus con Idris, el nabi de las suras 19, 57, 21, 85, a quien los árabes también identifican con Enoc (Génesis 5:18-30). A Idris-Hermes se le llama Hermes Trismegisto porque fue triple: el primero de los nombres, comparable a Thot, era un "héroe civilizador", un iniciador en los misterios de la ciencia divina y la sabiduría que anima el Mundo; y graba los principios de esta ciencia sagrada en jeroglíficos. El segundo Hermes, de Babilonia, fue el iniciador de Pitágoras. El tercer Hermes fue el primer maestro de la alquimia. "Un profeta sin rostro", escribe el islamista Pierre Lory, "Hermes no posee características concretas, o diferentes a este respecto de la mayoría de las grandes figuras de la Biblia y el Corán."
Los ocultistas modernos sugieren que algunos de estos textos pueden tener su origen en el Antiguo Egipto, y que "los cuarenta y dos textos esenciales", que contenían lo fundamental de sus creencias religiosas y su filosofía de la vida siguen escondiendo un conocimiento secreto.
LA TABLA ESMERALDA
Verdadero, sin falsedad, cierto y muy verdadero:
lo que está de abajo es como lo que está arriba,
y lo que está arriba es como lo que está abajo,
para realizar el milagro de la Cosa Unica.
Y así como todas las cosas provinieron del Uno, por mediación del Uno,
así todas las cosas nacieron de esta Unica Cosa, por adaptación.
Su padre es el Sol, su madre la Luna,
el Viento lo llevó en su vientre,
la Tierra fué su nodriza.
El Padre de toda la Perfección de todo el Mundo está aquí.
Su fuerza permanecerá íntegra aunque fuera vertida en la tierra.
Separarás la Tierra del Fuego,
lo sutil de lo grosero,
suavemente,
con mucho ingenio.
Asciende de la Tierra al Cielo,
y de nuevo desciende a la Tierra,
y recibe la fuerza de las cosas superiores y de las inferiores.
Así lograrás la gloria del Mundo entero.
Entonces toda oscuridad huirá de ti.
Aquí está la fuerza fuerte de toda fortaleza,
porque vencerá a todo lo sutil
y en todo lo sólido penetrará.
Así fue creado el Mundo.
Habrán aquí admirables adaptaciones,
cuyo modo es el que se ha dicho.
Por ésto fui llamado Hermes Tres veces Grandísimo,
poseedor de las tres partes de la filosofía de todo el Mundo.
Se completa así lo que tenía que decir de la obra del Sol.
Hermes Trimegisto
(Esbozo mitológico del Mensajero de los Dioses)
I.-INTRODUCCIÓN
Dice la leyenda que Egipto se convirtió en un santuario del mundo, al ofrecer un testimonio de sabiduría sacerdotal, el cual quedó esculpido en la colosal esfinge Giseh, monumento éste, que pasó a formar parte de la simbología esotérica de ese pueblo y motivo de curiosidad para el mundo occidental. De hecho, los misterios de la naturaleza en su dualidad son la evidencia de una génesis humana emergiendo de la naturaleza animal. "... Una cabeza de hombre sale de un cuerpo de toro con garras de león, y repliega sus alas de águila a los costados. Es la Isis Terrestre, la Naturaleza en la Unidad viviente de sus reinos". (Schure, 1983:143) Macrocosmo, Microcosmo, hombre, toro, león, águila, agua, tierra, aire y fuego se subsumen en Giseh, como bases de las profecías y las ciencias ocultas. En esta esfinge quedó plasmado uno de los misterios del espíritu y de la verdad, cuyas claves tendrán que ser descifradas por los sucesores de la raza negra.
II.- EL ORIGEN
Como hijo legítimo de esta mezcla, emerge HERMES RAFAEL THOH TRIMEGISTO, de quien se dice fue formado e iniciado en los misterios de las doctrinas sagradas etíopes, griegas y egipcias.
Ahora bien, ¿Quién es Hermes? Se representa como un símbolo o figura mitológica, cuyo nombre al igual que el de Buda, Jhesus ( Jesús), Rama y otros avatares; se utilizó para designar a un representante de una casta divina "semejante" a Dios. Se dice, por otra parte, que Hermes fue un ser capaz de interpretar fehacientemente la palabra o el mensaje de los dioses y, así mismo, el encargado de mediar ante los dioses para ofrecer testimonio acerca de la existencia de la divinidad. Hermes en griego significa intérprete. "... la palabra "Hermes", indica ya un misterio". (S. Raynaud, 1966:191). A Hermes se le agregó el vocablo TRIMEGISTO ( tri: tres veces) y Mega: (grande) Así, su nombre quiere significar, tres veces sabio, tres veces grande. Otros autores le identifican como un Maestro de Maestros. Por ejemplo, para Schure "... El nombre de Hermes es un talismán que resume y un sonido mágico que evoca". (1966:145) a la región supraterrena de la iniciación celeste. Se dice, además, que Hermes especie de divinidad, gran iniciador de las clases sacerdotales en Egipto y por consiguiente, el depositario de las tradiciones iniciáticas y ocultas de esa civilización. A Hermes se lo compara con la divinidad suprema, es decir, con Dios. También, se le asemeja al planeta Mercurio que representa la sabiduría y el conocimiento de todo aquello que es secreto.
Hermes nace en Egipto, rodeado de los conocimientos místicos venidos de la India, Persia y Etiopía. Dentro de su pueblo se le considera como un rey y sacerdote, como un ser elegido de los dioses. En la época de Hermes, Egipto se convirtió en el gran centro de la sabiduría mística y se le considero la madre del ocultismo.
Algunos autores señalan que Hermes, fue contemporáneo de Abraham y llegó a ser el maestro que lo instruyó e inició en los misterios de la más alta Magia Sacerdotal. La obra de Hermes, cuyo legado obtuvo por inspiración divina, era materia de consulta obligada, para todo aspirante a adentrarse en los misterios espirituales. A su formación se le atribuye la evidencia de haber legado sus inventos musicales; los ejercicios preliminares para la práctica del Hata Yoga, principios de la Aritmética, tratados de medicina, a través del arte sagrado de la alquimia; el arte del manejo de los metales; la Lira de tres cuerdas; las ceremonias de culto a Dios; estudios de Astronomía; la escritura o grabado y muchas otras habilidades.