LIBRO: Conceptos del AMOR de DIOS




Es una glosa libre, a modo de elevación meditativa, de versos selectos del bíblico «Cantar de los Cantares».
Escrito breve que nos ha llegado en copias diferentes. Sin autógrafo. De datación incierta, anterior al Castillo Interior. No fue incluído por fray Luis de León en la edición príncipe de las Obras de la Santa. Lo publicó por primera vez el P. Gracián en Bruselas, 1611, con el título «Conceptos del amor de Dios escritos por la Beata Madre Teresa de Jesús sobre algunas palabras de los Cantares de Salomón».
Fue compuesto por la Santa para dar rienda a los sentimientos que en ella producían las palabras del «Cantar de los Cantares (pról. 2) y «para consolación de las Hermanas», convencida de la fuerza singular que posee la palabra bíblica (c. 1) y especialmente el Cantar de los Cantares (1, 3), por la experiencia personal que de ello tiene (1, 6).

Por desgracia, esas sus meditaciones sobre el Cantar bíblico, apenas escritas fueron arrojadas al fuego por indicación del teólogo Diego de Yanguas (1), a quien pareció «cosa nueva y peligrosa que mujer escribiese sobre los Cantares» (Gracián en el prólogo a la edición príncipe, p. 3v). Ocurrió así a pesar de que la misma Santa había prevenido al lector: «no hemos de quedar las mujeres tan fuera de gozar de las riquezas del Señor» en el texto sagrado (1, 8).

No es seguro que el texto del librito, en la forma que ha llegado hasta nosotros, esté completo o exento de graves mutilaciones, aunque parezca indicarse lo contrario en la manera de terminarlo (c. 7,9). El primer biógrafo de la Santa, Francisco de Ribera asegura que «escribió mucho después», es decir, después de esa especie de conclusión del capítulo séptimo (2).

En su estado actual, el librito glosa sólo unos pocos versículos del Cantar «Béseme con beso de su boca» (Cant. 1,1); «dan de sí fragancia y buenos olores» (1,2); «sentéme a la sombra del que deseaba, y su fruto es dulce para mi garganta» (2,3); «metióme el rey en la bodega del vino y ordenó en mí la caridad» (2,4); «sostenedme con flores y acompañadme con manzanas, porque desfallezco de mal de amores» (2,6). Son los textos que sirven de lema a cada capítulo, pero que no son comentados, sino meditados libremente. Con varios otros, intercalados en el cuerpo de la meditación (Cant. 1,15; 2, 34; 4,7; 6,2; 6,9; 8,5).

El librito tiene interés por incorporar al ideario teresiano el simbolismo nupcial, poco presente en sus primeros escritos. A ese símbolo ella no le da interpretación cristológicoeclesial, sino personal el alma y Cristo, y a la vez mariana (6, 78). Interesa también por pergeñar en sus siete capítulos lo que poco después se convertirá en el trazado de las siete moradas del Castillo Interior.
En la presente edición conservamos el título dado por Gracián en la edición príncipe. El texto lo tomamos de la copia de Alba de Tormes, completado con el de Baeza. En nota señalamos las variantes de las copias de Consuegra y del Desierto de las Nieves (3).





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