Disposición a estar receptivos
Una de las principales funciones de la personalidad es
separarnos de los diversos aspectos de nuestra verdadera naturaleza. Nos limita nuestra
experiencia de nosotros mismos obstaculizando la percepción de esas partes que no encajan
bien en la imagen que tenemos de nosotros. Relajando el cuerpo, acallando el diálogo mental
y permitiendo que nuestro corazón sea más sensible a nuestra situación, nos abrimos a las cualidades y recursos interiores que nos ayudan a crecer.
Cada momento tiene la posibilidad de deleitarnos, de nutrirnos, de apoyarnos, si estamos
presentes para verlo. La vida es un regalo inmenso, pero la mayoría no lo vemos porque
estamos ocupados viendo una película mental de nuestra vida. Cuando aprendemos a confiar
en el momento y a valorar nuestra percepción, aprendemos a desconectar el proyector interior
de películas y comenzamos a vivir una vida mucho más interesante, aquella de la que en
realidad somos actores.
Fuente del Texto: La Sabiduria del Eneagrama.
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